SE MONTA UNA PELÍCULA

Dos de los más recientes debates sobre traducción llegan desde la pantalla grande.

La traducción influye en la sociedad, pero estas dos películas demuestran que la sociedad también influye en la traducción.

Roma

Roma, la multipremiada película del mexicano Alfonso Cuarón, se ha colado directamente en las nominaciones a los Oscar 2019. Esta película se puede ver en Netflix. Si, además, la veías desde España, tenías el (dudoso) honor de poder verla subtitulada en tu idioma, que, irónicamente, es el mismo idioma de la versión original. ¿Te parece un poco lío?

La película, con diálogos en español de México, está traducida y subtitulada a español peninsular. Desde el punto de vista lingüístico, se comprende que el español mexicano tiene expresiones específicas; he aquí un ejemplo:

Además, se ve que ‘enojarse’ y ‘orilla’ eran términos absolutamente incomprensibles en España, y se tradujeron como ‘enfadarse’ y ‘borde’. Eso, cuando la traducción es correcta, porque hay ejemplos en los que, por ejemplo, se traduce “Gansito” (un pastelito en México) por “ganchito”, que no tiene nada que ver con un dulce. Sin embargo, estos términos enriquecen la película y la sitúan en un entorno muy concreto e inconfundible.

Muchos criticaron la adaptación por “ridícula” y el propio director la consideró “ofensiva”, “paternalista”, “parroquiana” e “ignorante”. Incluso la RAE apoyó al cineasta porque esta acción solo abre grietas en la comunidad panhispánica.

Tan fuerte han sonado las críticas que Netflix ha retirado los subtítulos, así que solo nos queda, españoles corrientes, desearos suerte para entender una película en vuestro idioma. Pero tranquilos, otras películas latinoamericanas todavía mantienen sus doblajes a español peninsular en la plataforma de streaming.

Capitana Marvel

Otro caso diferente es el de la película Capitana Marvel¸ todavía pendiente de estreno. Hace unas semanas salía el último cartel promocional:

La polémica ha venido de la traducción del lema “higher, further, faster”. En un primer momento se tradujo al español como “superior, avanzada, rápida” y escandalizó a los fans. Para empezar, la traducción se cargaba la aliteración (o repetición) del comparativo, lo que le quitaba toda la sonoridad a la frase. Además, empezaron a circular chistes sobre el parecido del lema de la superheroína con un eslogan para vender aspiradoras.

De nuevo, la presión popular surtió efecto. Se presentó una nueva traducción, más literal, que dejó a los admiradores mucho más a gusto: “más alto, más lejos, más rápido”.

Si quieres leer más sobre traducción en el mundo del cine, puedes consultar este otro artículo de Attesor.

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