De cómo un equipo de fútbol se convirtió en una empresa de mensajería

El (no tan) extraño caso de la traducción del Sporting de Gijón

Que lo barato sale caro lo sabemos todos porque ya se encargan de avisarnos madres y abuelas. Sin embargo, parece que no todo el mundo lo tiene igual de claro.

Hace unos días saltaba a las redes una imagen del museo del Rel Sporting de Gijón. En ella, el lema del equipo, “Entrega, valor y compromiso”, se convertía en “Delivery, Value and Commitment” en lugar de “Dedication, Courage and Commitment”. ¡Abracadabra! Alguien tuvo la fantástica idea de utilizar una célebre herramienta de traducción automática (por no dar nombres), y, como de costumbre, eso se traduce en una pifia.

Traducción en el museo del Real Sporting de Gijón

Pero este hecho ni es aislado ni se limita a la empresa privada, desgraciadamente. A finales del año pasado también se hizo popular la metedura de pata de nada más y nada menos que el Ministerio de Industria. Traducía su web con una herramienta TAO (probablemente la misma que la del Sporting). ¿Qué les pasó? Que el Ministerio rebautizó a Dolores del Campo como “pain of field” en su versión web en inglés.

Versión en español de la página web del Ministerio de Industria
Versión en inglés de la página web del Ministerio de Industria

Bromas aparte, el Sporting está experimentando el bochorno por no contratar a profesionales, igual que pasó con el Ministerio de Industria en su momento. Eso, por un lado, provoca que el club sea blanco de el desprestigio y la burla desde hace unos días. Por otro, demuestra que sigue siendo importante la reivindicación de traductores y correctores de contratar a profesionales para servicios lingüísticos. De hecho, cuando esta imagen apareció en Twitter, un traductor afirmó haber ofrecido sus servicios al club sin respuesta alguna.

Una mala traducción sale gratis, pero te puede costar la reputación. Esto lo saben bien en China, como puedes ver en este post. Para todo lo demás, contrata a profesionales.

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